Escribe: Dra. Calizaya
Las verrugas son lesiones infecciosas producidas por el virus del papiloma humano (VPH).
La infección afecta sólo la parte más superficial de la piel, haciendo que se engrose y adopte el aspecto verrugoso (elevado, áspero).
Son lesiones redondeadas u ovaladas, indoloras en su gran mayoría, salvo las de ubicación plantar, de tamaño variable, de pocos milímetros hasta más de un centímetro de diámetro. Pueden ser únicas o múltiples.
Tienen diferentes localizaciones y de ahí su denominación:
- Verrugas Vulgares: en manos y extremidades, redondeadas, elevadas, verrugosas. Afectan mayormente a la población infantil.
- Verrugas Periungueales: alrededor o debajo de las uñas, muy difícil tratarlas.
- Verrugas Filiformes: alargadas, localización periorificial en rostro (ojos, boca y nariz) o en la barba del varón.
- Verrugas Planas: aplanadas, pequeñas de mm de diámetro, habitualmente múltiples. Aparece en cara o dorso de manos de gente joven.
- Verrugas Plantares y Palmares: por la presión que soportan son planas, crecen hacia dentro y por ello causan dolor al caminar. Se confunden con callosidades. son únicas o múltiples y pueden agruparse como un “empedrado” (verrugas en mosaico).
- Verrugas Genitales: en varones y mujeres, de transmisión sexual; muy contagiosas, tienen diferentes presentaciones: aplanadas, pápulas elevadas, escasas o múltiples, incluso confluyentes, carnosas y elevadas (condiloma acuminado).
Las verrugas pueden aumentar de tamaño o número por un fenómeno de autoinoculación o autocontagio.
Existen diferentes formas de tratamiento desde los más conservadores como ácidos tópicos: queratolíticos, crioterapia, electrocauterización por radiofrecuencia, e incluso tecnología láser.